sábado, 10 de mayo de 2014

Las 20 citas de Bill Gates que definen su filosofía

Las 20 citas de Bill Gates que definen bastante bien la filosofía de uno de los hombres más ricos del mundo.

1. Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

2. Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

3. Mi ambición ha sido siempre hacer realizables los sueños.

4. Si metes la pata no es culpa de tus padres ni de tus profesores, así que no lloriquees por tus errores y aprende de ellos.

5. Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones del fracaso.

6. La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

7. Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como ahora. Empezaron a serlo al pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escuchar tus quejas. Así que, antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.

8. Si no puedes con el enemigo… ¡Cómpralo!.

9. Decimos a nuestros empleados que si nadie se ríe al menos de una de sus ideas, probablemente es que no están siendo lo suficientemente creativos.

10. En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En la escuela te dan oportunidades para ir aprobando tus exámenes, para que tus tareas te resulten más fáciles y llevaderas. Esto no te ocurrirá en la vida real.

11. El éxito es un pésimo maestro que seduce a la gente a pensar que no puede perder.

12. No te compares con nadie en este mundo . Si lo haces, te estás insultando a ti mismo.

13. Dedicarse a servir cervezas o llevar pizzas no te quita dignidad. Tus abuelos lo llamaban de otra forma: Oportunidad.

14. Yo fallé en algunos exámenes, pero mi compañero pasó todo. Ahora él es un ingeniero de Microsoft y yo soy el dueño de Microsoft.

15. No ganarás 5000 euros mensuales justo después de salir de la universidad, y no serás vicepresidente de nada hasta que, con tu esfuerzo, te hayas ganado ambos logros.

16. Si quieres hacer algo grande en tu vida, debes recordar que la timidez está solo en la mente. Si piensas con timidez, tus actos serán similares. Pero si piensas con seguridad, actuaras de la misma forma. Por ello nunca dejes que la timidez conquiste tu mente.

17. La vida real no se divide en semestres, no tendrá largas vacaciones de verano, de pascua, de navidad, del patrón del colegio, puentes,etc. y pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo eso tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

18. Tus clientes más descontentos son tu mayor fuente de aprendizaje.

19. Si no puedes hacerlo bien, por lo menos que se vea bien.

20. Y sobre todo ten en cuenta que “La información es poder”.

Los 10 principios de inversión de John Templeton

John Templeton, fundador de Templeton, financiero y multimillonario filántropo y considerado uno de los mejores inversores de todos los tiempos. 

Sus 10 principios de inversión, que a día de hoy, siguen totalmente vigentes: 

1. Invertir para obtener rentabilidades absolutas. El verdadero objetivo de cualquier inversor a largo plazo es lograr la máxima rentabilidad después de impuestos. 

2. Mantener la mente abierta. Nunca escoja de forma permanente un tipo de activo o un método de selección. Trate de ser más flexible, tener una mente abierta y ser más escéptico. Los mejores resultados a largo plazo sólo se logran con una gestión activa, comprando títulos que no están de moda y vendiendo los que lo están. 

3. Ir a contracorriente. Lograremos la máxima recompensa, comprando cuando otros estén vendiendo desesperadamente y, vendiendo cuando otros estén comprando eufóricamente. Esto requiere una fuerte disciplina. 

4. Todo cambia. Tanto los mercados bajistas como los alcistas son temporales. El precio de los activos vuelve a subir de 1 a 12 meses después de haber tocado su mínimo y viceversa. Siempre existen sectores o tipos de activos que están de moda, pero las modas son pasajeras. 

5. Evitar las modas. Cuando un método para seleccionar títulos se pone de moda, es el momento de cambiar. 

6. Aprender de los errores. Esta vez es diferente es una de las frases que más dinero ha hecho perder en la historia. 

7. Comprar en épocas de pesimismo. Los mercados alcistas nacen del pesimismo, crecen con el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren de euforia. La época de máximo pesimismo es el mejor momento para comprar, y la época de máximo optimismo es el mejor momento para vender. 

8. Busque oportunidades y gangas. Muchos inversores se centran en las perspectivas y las tendencias. En los mercados bursátiles, el único modo de conseguir una ganga es comprar lo que la mayoría de los inversores está vendiendo. 

9. Buscar en todo el mundo. Si busca en todo el mundo, encontrará más y mejores oportunidades. Además, disminuirá su riesgo gracias a la diversificación. Los únicos inversores que no deberían diversificar son aquellos que aciertan el 100% de las veces. 

10. Nadie lo sabe todo. Un inversor que tiene todas las respuestas ni siquiera entiende las preguntas.

viernes, 2 de mayo de 2014

Cómo ser codicioso cuando los demás están temerosos

Es justo decir que la mayoría de los inversores de hoy entienden que la economía global atraviesa ciclos de auge y de caída. Hemos hablado extensamente sobre las posibilidades de que nos encontremos formando una nueva burbuja al calor de las inyecciones de liquidez de los bancos centrales. Pero, ¿cómo podemos mantenernos fríos cuando el mercado está que arde y reducir el espacio entre la percepción y la realidad con el fin de invertir racionalmente? ¿Cómo te mantienes fuera del ciclo en el que todo el mundo parece estar atrapado?

Una respuesta se encuentra en las grandes figuras financieras del pasado que vivieron también muchos ciclos de auge y crisis similares, y prosperaron a pesar de todo. Alguien como John D. Rockefeller (vía Ryan Holiday, Outside The Box).

“Rockefeller apenas había comenzado su carrera como contable e inversor en Cleveland, Ohio, cuando estalló el Pánico de 1857, una masiva crisis financiera nacional que se originó en Ohio y que sufrió Cleveland con especial dureza. Justo cuando estaba comenzando, le llegó la mayor depresión del mercado de la historia.

Pero a pesar de ser un jovencito, Rockefeller tuvo sangre fría: una frialdad imperturbable bajo presión. Mantuvo la cabeza mientras todos los demás perdieron la suya. En lugar de lamentarse por la crisis económica,  mantuvo en lugar seguro su dinero mientras veía como los demás se equivocaban. Vio las debilidades de la economía que nadie más vio.

Esta intensa auto-disciplina y objetividad permitió a Rockefeller sacar ventaja obstáculo tras obstáculo (Guerra Civil, y los pánicos financieros de 1873, 1907 y 1929). Como dijo una vez: Buscaba la oportunidad en los momentos de crisis.

Tras los 20 años desde la crisis de 1857, Rockefeller controlaba el 90% del mercado del petróleo. Sus competidores codiciosos habían perecido. Sus colegas nerviosos habían vendido sus acciones y dejaron el negocio.
Rockefeller hizo gran parte de su fortuna durante las fluctuaciones del mercado, porque tuvo visión en esos momentos, mientras otros estaban cegados. Esa visión vive en la actualidad en el famoso adagio de Warren Buffett "sé temeroso cuando los demás sean codiciosos y codicioso cuando los demás sean temerosos".

Rockefeller uso ese lema para hacerse rico. Cuando tenía 25 años, un grupo de inversores le ofreció invertir alrededor de 500.000 dólares a su discreción, si podía encontrar los pozos de petróleo adecuados. Agradecido por la oportunidad, Rockefeller se dispuso a recorrer los campos petroleros cercanos. Unos días más tarde, sorprendió a sus inversores al regresar a Cleveland con las manos vacías, sin haber gastado o invertido un dólar de los fondos. No veía ninguna oportunidad en eses momento, no importándole lo emocionados que estaban el resto de inversores. Así, devolvió el dinero y se alejó de las inversiones de perforación.

Al final de su vida, Rockefeller dijo, " Oh, bienaventurados los jóvenes que tienen que luchar contra las dificultades al comienzo de la vida. Nunca dejaré de estar agradecido por los tres años y medio de aprendizaje y las dificultades que tuve que superar, a lo largo del camino".

Pero Rockefeller no nació así. Fue una conducta aprendida. Sus estrategias fueron moldeadas por el mercado - en los malos mercados específicamente. Y Rockefeller tuvo su lección de disciplina en la crisis de 1857.

La vida de Rockefeller es algo más que una analogía. Vivimos otra edad dorada. En menos de una década, hemos experimentado dos grandes burbujas económicas, sectores enteros se derrumbaron y empeoró la vida de muchos ciudadanos. La injusticia abunda. Las crisis financieras, los disturbios civiles, la adversidad. Pero las apariencias engañan a menudo y no nos dejan ver la realidad.

Podemos aprender a percibir las cosas de manera diferente, apartándonos de las ilusiones que los demás creen o temen. Podemos dejar de ver los "problemas" en frente de nosotros como problemas. Podemos aprender a ver las cosas simplemente como son.

La disciplina permite ver claramente las ventajas en los momentos de crisis y poder así actuar de manera apropiada en cada situación: sin pánico o miedo. Rockefeller lo comprendió y se quitó los grilletes de las percepciones destructivas. Perfeccionó la capacidad de controlar y entender esas señales. La mayoría de la gente no puede acceder a esa parte de sí mismos.

Podemos ver el desastre racionalmente. O más bien, como Rockefeller, podemos ver la oportunidad en cada desastre y transformar esa situación negativa en un proceso educativo. Todo lo que sucede - ya sea una crisis económica o una tragedia personal - es una oportunidad para avanzar.

Así es como se ve la oportunidad en el obstáculo. Esto no sucede por sí solo. Es un proceso que requiere auto-disciplina y lógica. Usted debe darse cuenta: No debemos actuar con el sentimiento y sí con racionalmente y con frialdad, tal y como hizo Rockefeller. Al igual que él, debemos poner en práctica este tipo de auto-disciplina con nuestras propias inversiones.”

Fuente · Ryan Holiday

Valiosas recomendaciones para emprendedores

• Siempre puedes ser más, tener más y hacer más porque siempre puedes aprender más.

• Si quieres obtener dinero tienes que brindarles algo de valor a las personas. Si quieres ser rico debes brindares algo de valor a MUCHAS personas.

• Piensa: ¿Cómo puedo proveer a la gente de mis productos y servicios incluso mientras duermo?

• Si no estás completa, total y verdaderamente comprometido a crear riqueza, lo más probable es que no lo consigas.

• Los ricos ven oportunidades, los pobres ven obstáculos. Los ricos ven crecimiento potencial, los pobres ven pérdida potencial. Los ricos se centran en las ganancias, los pobres en los riesgos.

• El secreto del éxito no es tratar de evitar los problemas ni deshacerte de ellos; tampoco acobardarte ante ellos. El secreto es crecer tú de forma tal que seas más grande que cualquier problema.

• Si quieres hacerte rico, céntrate en ganar, conservar e invertir tu dinero. Si quieres ser pobre, céntrate en gastarte el dinero. Puedes leerte mil libros y asistir a un centenar de cursos sobre el éxito y la prosperidad, pero todo se reduce a eso.

• En cuanto a los que arguyen la razón siguiente: “No tengo suficiente dinero que administrar”, están mirando por el lado equivocado del telescopio. Más que decir: “Cuando me sobre el dinero empezaré a administrarlo” se debe decir: “Cuando empiece a administrarlo me sobrará dinero”.

• Los ricos hacen que el dinero trabaje mucho para ellos, los pobres trabajan mucho por su dinero.

• Los ricos entienden que “tú” tienes que trabajar mucho hasta que “tu dinero” trabaje lo suficiente para ocupar tu lugar. Ellos piensan que cuanto más trabaje “tu dinero” menos tendrás que trabajar tú.

• Si estás dispuesto a hacer sólo lo que sea fácil, la vida será dura. Pero si estás dispuesto a hacer lo que sea duro, la vida será fácil.

T. Harv Eker