martes, 11 de octubre de 2011

El Santander vende toda su cartera inmobiliaria

En los próximos días se cerrara la que, sin exageración, puede considerarse la mayor operación inmobiliaria de la historia de España: el Banco Santander venderá de una tacada los 29.000 edificios, pisos y solares de los que es propietario como consecuencia de los impagos crediticios o daciones en pago.

Apenas se conocen mas detalles de la operación, singularmente el precio. En todo caso el Santander da por descontado que venderá con pérdidas, es decir a menos precio del que los activos figuran en su balance.


Pero el objetivo principal del Santander en esta operación no es obtener beneficios, sino hacer desaparecer de su balance los activos inmobiliarios. De esta forma el Banco queda al amparo de la desconfianza generalizada que en los mercados financieros internacionales suscita la banca española –sobre todo cajas, pero también bancos– por el constante deterioro de las carteras inmobiliarias de las entidades. Además además de los recursos financieros liberados con la operación, aunque esta se realice con pérdidas, el Santander también se ahorrará los recursos humanos y materiales dedicados a la gestión de esos activos.

No es la primera vez que Emilio Botín, Presidente del Banco Santander, toma una decisión drástica para limpiar el balance de problemas potenciales. En los años 80, por ejemplo, fué el primer banco español que vendió con un descuento del 80 por ciento la deuda fallida de Argentina. En su momento, aquella operación suscitó la envidia de sus colegas presidentes de Bancos porque, al contrario que Emilio Botín, ellos no eran los “dueños” de los bancos que presidían y para realizar una operación de este tipo necesitaban la aprobación de los respectivos Consejos de Administración y de los grandes accionistas.

Más recientemente, en enero de 2008,también fue Emilio Botín el primero en vender todos los edificios del Banco, excluida la sede social de Santander, pero incluida la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid) y toda la red de oficinas.

Los grandes edificios de la Ciudad Financiera fueron vendidos por 1.900 millones (y un beneficio de 600) al grupo británico Propinvest. Las sedes de oficinas y sucursales se vendieron a inversores particulares a los que el Santander garantizaba el pago del alquiler durante, por lo menos 20 años. Todos los demás bancos imitaron al Santander y vendieron edificios y sucursales a inversores institucionales o particulares. Durante 2008 el Santander obtuvo 4.500 millones por la venta de menos de 5.000 activos, mientras que la operación ahora planteada afecta a 29.000 edificios.

En toda su vida profesional, Botín ha preferido tener un panorama claro aunque sea costa de reconocer pérdidas –y sin duda esta operación las provocará– que aguantar un balance con “gatos en la barriga” que siempre dificultan la gestión ordinaria. Para el comprador, la operación supone adquirir activos inmobiliarios a muy buen precio y situarse en cabeza de pista para aprovechar cualquier repunte en los precios.

Fuente Jose María García-Hoz garcia-hoz.com

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