lunes, 24 de octubre de 2011

Guerra de precios al sector del pan : Aún más barato

La caída del consumo y la proliferación de las masas congeladas amenazan el sector tradicional.

La fuerte caída del consumo de pan y, sobre todo, la proliferación de las masas congeladas han abierto una guerra de precios en el ámbito de la distribución que se ha convertido en una amenaza seria para el sector de la panadería de pan tradicional.

En consecuencia, los precios se han desplomado y los márgenes prácticamente han desaparecido del todo. Además, este año la harina ha registrado precios de record histórico y los costes de electricidad y suministro se han disparado.

También hay que tener en cuenta que la cooperativa de Guissona ha empezado a producir y vender pan y vende barras de 200 g a 20 céntimos, prácticamente a la mitad del precio más competitivo del supermercado. “Es tan barato porque nos encontramos en una zona productora de trigo y por nuestra política de costes ajustados por las sinergias que nos da el centro productivo de Guissona, tanto por la transformación como por la logística y la distribución que hacemos con el mismo sistema”, explican desde la cooperativa. Después de tres meses en el mercado, la respuesta de los consumidores ha superado las expectativas. “Comenzamos hace unos tres meses con la producción de 15.000 barras diarias para servir al 25% de las tiendas BonÀrea. Ahora mismo, la producción total es de 30.000 barras diarias, que cubren el 35% de los establecimientos. El objetivo final es conseguir llegar a una producción de 70.000 barras para servir al 100% de los establecimientos” asegura un portavoz de esta empresa.

Prácticamente todas las cadenas de supermercados ya disponen de tienda de pan. Para Caprabo, explican desde esta cadena “es una área estratégica y está vinculada al posicionamiento de la compañía como supermercado de proximidad”. Por su parte, Mercadona dispone de una zona de pan con horno incluido, donde cuecen cada día la masa congelada que produce la misma cadena en los centros logísticos. En los supermercados, el precio de la barra de cuarto oscila entre los 0,37 de Dia, los 0,39 de Caprabo o los 0,45 de Mercadona, muy por encima de lo que cuesta en la panadería de pan tradicional, que oscila entre los 0,80 y los 0,95 euros.

“Aunque se pensaba que con la crisis aumentaría el consumo de pan, estas últimas temporadas ha bajado un 10% anual”, asegura José María Fernández del Vallado, de la patronal Ceopan. En diez años, el consumo de pan en las casas particulares ha bajado de más de 50,7 kilos anuales por persona a 36,3 kilos. El número de panaderos también ha bajado un 20% los últimos cinco años, y el 35% del pan ya se vende en supermercados, hipers o tiendas discount.

En respuesta a la crisis por qué pasa en el sector, han empezado a salir panaderías modernas donde tratan el pan prácticamente como un producto gourmet y la barra se paga por encima del euro. Establecimientos como Turris, l´Obrador, Hastens o Crustó, en Barcelona, han orientado el negocio a ofrecer pan con valor añadido. “Este tipo de establecimientos supone una vía importante para hacer frente a la crisis, así como los panes de Indicaciones Geográficas Protegidas”, asegura el representante de la patronal.

Fuente: La Vanguardia

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